Gustavo Adolfo Bécquer
Bécquer
es el máximo representante de la última etapa del Romanticismo. Nació y
vivió en Sevilla hasta los dieciocho años que se fue a Madrid en busca de su
sueño, convertirse en escritor. Encontramos la huella de su Sevilla natal en
mucha de su obra. El amor es el tema más importante en su obra poética y en
gran parte de su narrativa. Un amor inquietante, perturbador, pero
tremendamente necesario.
En vida es poco
conocido como poeta ya que fueron muy pocas las poesías que se publicaron. Su
labor, dedicada en gran medida al periodismo, le otorga un mayor patrimonio de
obra en prosa. Pero Bécquer es ante todo poeta, es así como se siente y prueba
de ello es que se hace llamar literato y no periodista. Hoy se le conoce
especialmente por sus poemas, llamados por él, rimas. Su colección de leyendas son una serie de cuentos poéticos,
tan cercanos a la poesía que podríamos decir que son el preludio de los
llamados poemas en prosa.
Chéjov
Antón Pávlovich Chéjov. Este escritor ruso de finales del
siglo XIX es una figura indiscutible dentro del cuento literario.
Comenzó a escribir cuentos para poder a ayudar
económicamente a su familia y pese a la precaria situación económica por la que
pasaban logró acabar sus estudios de medicina. Con sus primeros cuentos,
Chéjov pronto adquirió una gran
notoriedad. También escribió algunas obras dramaturgas, pero es en su calidad
como narrador de relatos donde sobresale de manera indiscutible. Entre sus
cuentos realistas, de aparente simplicidad, figuran toda clase de personajes.
Su narrativa es tan irónica como dramática, hace uso del monólogo y carece de
moralina. Sus relatos muestras las vidas cotidianas cercanas a él, sucesos sin
mayor importancia que pueden suceder en cualquier época, se trata por ello de
acontecimientos atemporales. Chéjov sabe de lo que habla, conoce esas vidas que
muestra de manera breve según su criterio. La brevedad la trabaja con maestría.
Juega con el lector, le muestra unos cuentos con finales abiertos en los que es
el lector es quien debe llenarlos con su subjetividad. Se aleja de los
convencionalismos. Sus narraciones son amenas, ligeras, en ellas dota a sus
personajes de vida de manera sublime. Son sus relatos por todo ello, pequeñas obras de arte.
Autor estadounidense de principios del siglo XVIII. Comenzó
escribiendo poemas, más tarde como redactor en un periódico aparecieron sus
primeros textos.
Se trata de un escritor mundialmente reconocido por sus
relatos en los que destacan los de terror, como El gato negro, donde a partir de una historia realista surge un
elemento que trastoca toda la narración y la sumerge en un ambiente
sobrenatural.
También podemos decir que con él nace el relato detectivesco.
Sus cuentos protagonizados por Augusto Dupin, Los crímenes de la calle Morgue, El misterio de Marie Rogêt y La carta robada, marcan las bases del
género de la literatura policiaca.
En algunas de sus narraciones se ha podido ver un
acercamiento a la literatura de ciencia ficción.
Pero lo más destacado de Poe es lo que consiguió a través
de su obra en relación con el cuento en general. Logró dotarlo de dignidad y mostró la importancia que posee, lo
alejó de su sumisión a la novela y le dio una función única por el alto poder
de expresividad que posee. Por todo ello hizo de él un género con unas características
singulares lo que hace que hoy en día sea valorado y reconocido.
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