Quiso ser más de lo que era y se sumó a
él. Al poco tiempo se dio cuenta de que no eran dos sino uno, cada uno una
mitad. Se había dividido. Quiso compensarlo y para ello se multiplicó
elevándose a su propia potencia y consiguió ser una fracción dentro de un
microcosmos. Con pequeños decimales sintió que estaba inmersa en demasiados
logaritmos para poder sobrevivir y esto hacía que las cuentas no
cuadraran. Al intentar solucionarlo comenzó a restar y se fue
quedando sola. Intentó, ahora más libre de ataduras reencontrarse con ella
misma. Pero… Entre tantas operaciones sintió que ya no podía ser más que un
número, había perdido su identidad.
Ahora que nos contamos
Vivimos un momento único para el cuento. La blogosfera nos acerca y cada vez somos más los que participamos en esta vorágine de lecturas. Nos leemos y comentamos. Aquí encontrarás textos para la reflexión y mentiras, muchas mentiras adornadas de realidad...
También he querido hacer mi pequeño homenaje a esos autores a los que tanto debemos, su influencia pesa sobre nosotros y nos hace crecer.
Puedes participar con tus comentarios si lo deseas porque, ahora que nos contamos tantos cuentos..., es el momento.
Espero que el resultado valga la pena y que te sientas a gusto entre estas páginas.
También he querido hacer mi pequeño homenaje a esos autores a los que tanto debemos, su influencia pesa sobre nosotros y nos hace crecer.
Puedes participar con tus comentarios si lo deseas porque, ahora que nos contamos tantos cuentos..., es el momento.
Espero que el resultado valga la pena y que te sientas a gusto entre estas páginas.
5/10/12
2/10/12
La vida empieza en septiembre
El verano poco a poco languidece y me dice que pronto
volverán los días otoñales, y con ellos,
el frío del invierno, la rutina nostálgica de esa estación que siempre se me
hace tan larga. Sé que me queda poco tiempo para disfrutar de estos adorados
rayos de sol. España y su luz serán un recuerdo en mi memoria. Atrás quedarán
estos días, como también quedará una parte de mí.
Miro mi bolso y visualizo la carta que está dentro. Tengo
hormigas en el estomago, estoy ilusionada y aterrada ante esta nueva vida que
me dispongo a emprender lejos de todo. Mañana volaré a una estación diferente. Mi contrato de trabajo
está en Londres. Un nuevo cielo me espera.
Foto: Paola Peinado
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